La morosidad no es un trueno que cae de la nada. Se puede prever, si uno sabe leer las señales. Y para eso, hay que meterle cariño a los datos.
1. Analizar patrones de pago
Clientes que pagan el mismo día cada mes, otros que pagan justo después del recordatorio… esos patrones hablan. Empresas que capturan y analizan este comportamiento logran adelantarse a la mora.
2. Modelos predictivos simples
No hay que ser Google para hacer predicción. Con información histórica básica y algunos indicadores clave, ya se puede estimar el riesgo de mora. Muchas empresas aplican modelos caseros pero efectivos.
3. Seguimiento a clientes críticos
Los clientes con mayor exposición deben estar bajo lupa constante. Las organizaciones que identifican a tiempo los focos de riesgo, corrigen antes de que el problema escale.
Los datos no solo cuentan historias, también advierten. Y cuando se saben interpretar, se convierten en el mejor aliado de la gestión preventiva. Hay equipos que ya lo están haciendo, con resultados que se notan en la caja.